Paseo XXIV: Organiza tu maternidad - Organiza tu felicidad

Paseo XXIV: Organiza tu maternidad - Organiza tu felicidad

 

"Mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos y sé sabio: Ella, sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el verano su comida, recoge en el tiempo de la siega su sustento" Proverbio 6:6-8

Esta semana estoy decidida a compartirles lo mejor de mi, y ya entenderás a qué me refiero.

Casi llegando al año de vida de mi hija, miro hacia atrás y veo un año borroso, lleno de emociones, muchas bonitas y muchas agobiantes. Los últimos meses he disfrutado del fin de curso y fin de año eclesiástico, y me ha permitido tener más tiempo para mí con papi en casa. Hemos paseado, viajado y cambiado de aires, y de pronto, en este cambio de aires di a luz nuevamente, pero esta vez, di luz a mi persona nuevamente.

Ser madre ha sido y está siendo una experiencia preciosa, pero no menos intensa y por momentos cansadora. Hace un tiempo atrás comprendí que llevaba meses sin tener un momento con Dios, sin tener momento para leer mis libros, para trabajar en mis proyectos sin tener que renunciar a casi todas mis pocas horas de sueño.

Y una de estas tardes de sol intenso, aire marino y tranquilidad, recordé que tenía en mi mano una gran herramienta que no estaba utilizando.

En mi adolescencia, un poco por personalidad y otro tanto por tesón, descubrí que en la vida no triunfa el que no se organiza, y día a día, libro tras libro, aprendí el arte de la organización. Mi vida se volvió super productiva, eficaz y eficiente. Parecía que todo lo que me propusiese, lo conseguiría si me organizaba. Era como una mágica carta bajo la manga con la que podía contar siempre que quisiese.

La clave era la noche anterior. Así es. No importaba cuán cansada estuviese, la noche anterior a cualquier día, especialmente a los más ocupados, dedicaba entre 20 y 40 minutos a organizar minuto a minuto el día por venir. A veces, la organización era casi de a 10 minutos por vez. Las listas eran eternas, pero eran la clave del éxito.

Los años pasaron, la organización se transformó en parte de mi vida y de pronto TODO cambió. Llegó mi primera hija y con ella olvidarme de mis estructuras y modos de hacer. Había que aprender a vivir nuevamente.

Así fue como hace un tiempo atrás, me sentía perdida en un caos de días, con muchas cosas para hacer, no tanto físicas, como mentales, con ideas, planes y luego pañales, ropa, platos, y un interminable etc. Parecía que todo se me escurría por las manos. Mis días eran eternos y a la vez un suspiro.

Pero lo que más lamentaba era percibirme tan lejos de Dios. Sin tiempo para él, ni un poquito.

Un buen día hice el quiebre, en un encuentro al que fui como invitada y no tenía nada que hacer más que cuidar de mi hija. De pronto me descubrí nerviosa perdida intentado organizar las actividades de otros, sus horarios, sus tiempos, su velocidad. De pronto lo que había sido una virtud por años se estaba transformando en una obsesión, un talón de Aquiles, parecía ver desorden por todos lados. Qué me estaba pasando.

Gracias a Dios pude ver la luz, necesitaba organizar mi vida no la de los demás. Necesitaba organizar algo que parecía no tenía organización, la rutina de una madre.

Quiero compartir estos tips contigo deseando de corazón que a alguna le pueda ser de utilidad. Es increíble hasta donde puede cambiar nuestra vida si nos organizamos. Y es increíble la cantidad de cosas que se pueden organizar. Desde el menú de la semana, los libros por leer, qué día armarás el álbum de familia eternamente olvidado, al menos para avanzar poco a poco, qué día te dedicarás solo a pensar nuevas ideas para la familia.

Pensar y organizar implica tiempo. Pero nos lo devuelve luego con creces.

Ala, Tareas, muchas tareas:

Lo primero, una tabla de varias entradas, donde escribirás:

  1. Una lista de tareas. Todas aquellas tareas que tengas en tu casa. Lavar ropa, limpiar los suelos, platos, cocinar, planchar, limpiar baños, etc.
  2. La rutina de tu hijo/s en horarios. Si no lo tienes claro, tomate unos días para estudiar con exactitud cuál es su reloj biológico. Apuntarás sus horas de comer, de jugar, de siesta, de paseo, de baño, de dormir, etc
  3. El horario en que tú marido está en casa y podría ayudar con alguna tarea.
  4. Las cosas que necesitarías hacer para ti misma: deporte, leer un libro, tener tu culto personal, estudiar, proyectos, etc

 

En segundo lugar armarás un horario en blanco con los horarios de un día tipo. Por ejemplo desde las 7:00 de la mañana hasta las 11:30 de la noche, lo escribirás de a medias horas.

 

Tercero, a completar el horario!

Como la prioridad son los niños, completarás primero su horario vital. En este serán muy importante las hábitos y las costumbres. Los hábitos harán carácter y las costumbres afianzarán las relaciones filiales.

Por ejemplo: Al despertarse puedes tener un pequeño momento de oración, puedes buscar una misma canción para cantar juntos cada mañana, o cualquier otra idea que se te ocurra para comenzar el día juntos y con Dios.

Más tarde vendrán los momentos de juego libre, las siestas, preparar las comidas, etc

-En la/s hora/s de juego libre de la mañana puedes apuntar una tarea de la lista de tareas de la casa. Ejemplo: Lunes 10:00 a 11:00 – Limpiar suelos. Cada día harás una o dos tareas de la casa, de esta manera la casa estará siempre limpia (no digo ordenada) y no dejarás todo para el jueves o viernes, que suele hacer de la preparación del sábado el peor momento de la semana, cuando debiera ser el mejor. Lleva a tu hijo a jugar en el área en que estés, puedes relacionar su juego con tu tarea.

-Luego en su hora de siesta apunta una tarea para ti. Por ejemplo, hacer tu culto, hacer deporte, leer un libro (es importante que apuntes incluso qué libro, si tienes varios en la lista, pon un par de días para cada libro, así te sacarás las ganas de leerlos, aunque poco a poco, a todos)

-Negocia con tu pareja una de las actividades de la casa, y apunta en tu horario la parte de la que se encargará él. Por ejemplo, recoger la mesa y lavar los platos. Eso te puede dar media hora o una entera para otro ratito para ti.

Es importante que los ratitos para ti estén organizados, cuando harás deporte, cuando leerás, cuando mirarás el correo, cuando harás tus proyectos (si tienes varios en paralelo puedes dedicar un par de días a cada uno). Estos ratitos suelen ser de a medias horas o ya por la noche. En ese caso, organiza la noche para que también te rinda.

A la tardecita, antes de la cena y el baño será el momento de ordenar la casa. Pero no lo harás sola, no importa la edad del niño, incluso un bebé te puede acompañar a ese momento con una canción o simplemente hablando de lo que estás haciendo. Esto hará que al comenzar el día siguiente la casa se vea ordenada y de ánimo a comenzar el día, y por otro lado, a que durante el día no importa que todo el mundo desordene, total, ya les llegará la hora de ordenar.

El tener un momento para cada cosa y un lugar para cada cosa son tips claves de la organización y el éxito de grandes empresarios, sin lugar a dudas nos pueden dar una maternidad de éxito en nuestra mayor empresa de la vida.

Es importante que nos rijamos estrictamente al horario. Que lo peguemos en un sitio donde lo veamos, o en más de un sitio de la casa. Probemos esta organización una semana, luego modifiquemos los horarios y actividades que hagan falta, un momento de reajuste y evaluación siempre es bueno y necesario. Y luego, cuando surjan los imprevistos, especialmente en relación a los niños, que siempre nos sorprenden, será momento de ejercitar la flexibilidad. Pero para eso siempre hay tiempo!

 

Aprovecha este fin de semana  y toma tiempo para organizarte, puedes comenzar un sábado en oración para que Dios te ayude en esta nueva meta. Si tienes hijos en edad de entender, puedes compartir con ellos tu nuevo horario, armarlo juntos, cuando es el momento de juego preguntarles a qué les gustaría jugar el lunes, el martes, el miércoles. En el cultito antes de dormir qué historia querrán oír.

Comparte con tus hijos este principio del orden y la organización. Les enseñarás una herramienta mágica que les será muy útil toda su vida.

Feliz y organizado sábado!


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«Para educar a un niñ@ hace falta la tribu entera Proverbio africano

«Instruye al niñ@ en su camino y ni aún de viejo se apartará de él Prov. 22:6