Medir el tiempo en siglos es muy espectacular. Y todavía lo es más si este tiempo está escrito en clave profética y hay que ejercitar las matemáticas bíblicas para descifrarlo. Así tendremos hoy la oportunidad de acercarnos a los tiempos futuros que nos relatan las profecías de Daniel, calculando y disfrutando de las promesas cumplidas. Pero sobretodo, esperando con nuestras familias la siguiente por cumplir.
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«Para educar a un niñ@ hace falta la tribu entera.» Proverbio africano